La relación entre los productores del campo y el Gobierno Federal parece irse friccionando cada vez más. Ahora con el impulso de la nueva reforma en la Ley General de Aguas y la Ley de Aguas Nacionales, promovidas por la presidenta Claudia Sheinbaum, las organizaciones agrícolas y ganaderas alertan que eso pudiera dificultar la posibilidad de vender o heredar sus tierras. “Con la reforma del agua, ya no podremos ser dueños de las concesiones”, expresó Joaquín Montenegro, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Querétaro. “Esta ley prácticamente golpea a nuestro sector primario en todos los aspectos, como si quisieran acabar con la seguridad alimentaria en el país”, agregó.

El CNC Querétaro ha encontrado respaldo con el Comité Directivo Estatal del PRI en Querétaro, encabezado por Abigail Arredondo, quien criticó a los legisladores del partido guindo por “abandonar al campo” con sus reformas. “Le están dando en la torre al derecho al alimento”, señaló la diputada. De acuerdo con su explicación, la reforma a ambas leyes previamente mencionadas “carece de disposiciones específicas para garantizar el acceso al agua para todos”, no solo para los productores del campo. La reforma busca acabar con el mercado ilegal de concesiones de agua al impulsar que sea, forzosamente, la Comisión Nacional de Agua (Conagua) la que pueda reasignar las nuevas concesiones. De carecer de dicha transferencia de título, las tierras corren el riesgo de perder su valor, ya que perderían el permiso para usar el agua.