Manifestantes propalestinos y un respaldo significativo a su rival para el liderazgo del Partido Liberal empañaron el domingo el lanzamiento de la campaña de la exministra de Finanzas, Chrystia Freeland, para el puesto de próximo primera ministra de Canadá. La abrupta renuncia de Freeland al cargo de ministra de Finanzas el mes pasado forzó a Justin Trudeau a dejar de ser primer ministro y líder del partido. Ahora Freeland se postula para ser la próxima líder del Partido Liberal y primera ministra del país. Pero cuando Freeland inició su discurso el domingo en un club infantil en Toronto, unos 12 manifestantes que estaban en la audiencia comenzaron a gritar, en diferentes momentos: "¡Palestina libre!”. Después de que los guardias de seguridad expulsaban a cada manifestante, otro repetía el proceso. Los que estaban afuera golpeaban las puertas y seguían gritando. Las interrupciones provocaron que el discurso de Freeland se alargara a unas dos horas. Los manifestantes emitieron un comunicado en el que dijeron que estaban organizando una “protesta continua” para “exigir el fin de la complicidad de Canadá con el genocidio en curso del pueblo palestino”. Indicaron que decidieron actuar después de 15 meses de intentos infructuosos de contactar a Freeland. “No tengo miedo y no voy a retroceder”, declaró Freeland. “Los canadienses simplemente no lo van a tolerar. Puedes tener un punto de vista diferente, pero no puedes impedir que otros hablen y no puedes detener nuestra democracia”. Momentos antes de que Freeland subiera al escenario, la ministra de Relaciones Exteriores, Mélanie Joly, publicó una declaración en la red social X en la que dijo respaldar a Mark Carney —exgobernador del banco central— para ser el próximo líder del Partido Liberal y primer ministro. Trudeau seguirá siendo el primer ministro hasta que se elija a un nuevo líder del Partido Liberal el 9 de marzo. Joly indicó que cree que Carney está mejor posicionado para derrotar al líder conservador de la oposición, Pierre Poilievre, en las próximas elecciones generales, y que es el mejor candidato para enfrentar la amenaza del presidente electo estadounidense Donald Trump de imponer aranceles generalizados a Canadá. Carney ayudó a Canadá a esquivar lo peor de la crisis de 2008 cuando dirigía el banco central del país. También apoyó al Reino Unido a gestionar las secuelas del Brexit mientras fue gobernador del Banco de Inglaterra durante siete años. “Mark aporta una experiencia económica sin paralelo”, declaró Joly en un comunicado. “En tiempos de crisis, gobiernos de todas las tendencias recurren a Mark, lo cual incluyó la crisis financiera de 2008 y el Brexit”. Los principales candidatos para el liderazgo del Partido Liberal son Carney y Freeland. La exlíder del contingente liberal en la Cámara de los Comunes, Karina Gould, también anunció su candidatura. Los miembros del partido elegirán a su nuevo líder. Joly misma era considerada candidata a encabezar el partido, pero decidió no postularse para ayudar al gobierno a enfrentar la amenaza arancelaria de Trump. Su apoyo a Carney le da a él un impulso en Québec, de donde es Joly. Freeland anunció su renuncia al gabinete de Trudeau el 16 de diciembre, criticando algunas de las prioridades económicas del primer ministro ante las amenazas arancelarias de Trump. Su salida sorprendió al país y generó interrogantes sobre cuánto tiempo más podría permanecer en el cargo Trudeau, cada vez más impopular. El próximo líder liberal podría ser el primer ministro con el mandato más corto en la historia del país. Los tres partidos de la oposición se han comprometido a derribar al gobierno minoritario de los liberales en una moción de censura después que el Parlamento reanude sus actividades el 24 de marzo. Se prevé que haya elecciones esta primavera. Trudeau anunció su renuncia el 6 de enero tras perder apoyo dentro de su partido y en el país. La agitación política llega en un momento difícil para Canadá. Trump sigue llamando a ese país el estado 51 de Estados Unidos y ha amenazado con imponer aranceles del 25% sobre todos los bienes canadienses. “Si nos golpea, lo golpearemos”, declaró Freeland durante su discurso el domingo, en un mensaje a Trump. “Prometo, si soy primera ministra, que nuestra respuesta a aranceles ilegales e injustificados será una represalia dólar por dólar”, agregó. “Si nos obliga, infligiremos el golpe comercial más grande que Estados Unidos haya sufrido jamás”. Después de que renunció a ser ministra de Finanzas, Trump dijo que Freeland era “totalmente tóxica” y “nada propicia para alcanzar acuerdos”. Freeland fue la persona que representó a Ottawa cuando Estados Unidos, Canadá y México renegociaron su acuerdo de libre comercio durante el primer gobierno de Trump. Freeland y Trudeau habían discrepado sobre dos políticas anunciadas recientemente: una exención fiscal temporal por la Navidad en diversos bienes, desde ropa para niños hasta cerveza, y planes para enviarle a cada ciudadano un cheque por 250 dólares canadienses (174 dólares). Freeland, quien también era viceprimera ministra, dijo que Canadá no podía permitirse “estratagemas políticas costosas”. “Desde hacía cierto tiempo había estado en desacuerdo con el primer ministro específicamente sobre el gasto”, manifestó Freeland. “Esos desacuerdos empeoraron después de que el presidente Trump amenazara con imponer aranceles del 25% a nuestro país. En ese momento me di cuenta de que enfrentábamos lo que podría ser una amenaza existencial y me percaté que realmente teníamos que enfocar todas nuestras energías en esa amenaza. Teníamos que mantener seca nuestra pólvora fiscal”. Pero la propia Freeland ha sido criticada por los crecientes déficits de Canadá, y ella era ministra de Finanzas cuando el gobierno liberal se volvió profundamente impopular entre los votantes debido a una serie de problemas, incluidos el enorme aumento en el costo de los alimentos y las viviendas, al igual que la creciente inmigración. Únete a nuestro canal de WhatsApp para no perderte la información más importante 👉🏽 https://gmnet.vip/7Be3H Trudeau le dijo a Freeland el mes pasado que ya no quería que ella fuese ministra de Finanzas, pero que podía seguir siendo viceprimera ministra y la persona encargada de las relaciones entre Estados Unidos y Canadá. Freeland renunció poco después, dando a conocer una carta mordaz sobre el gobierno que resultó ser el acabose para el atribulado primer ministro. Con información de LatinUS