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Pretendo que se quede, no es de mi agrado, pero que se quede, que termine el periodo para el que fue electo por 30 millones de mexicanos
00:02 domingo 6 marzo, 2022
EN LA OPINIÓN DE CLAUDIO GARCÍAPretendo que se quede, no es de mi agrado, pero que se quede, que termine el periodo para el que fue electo por 30 millones de mexicanos. No voté por él y reitero no es persona grata para mí, pero desde los años 80, no de ayer ni de hace unos años, porque considero que es mitómano, pero sobretodo autoritario y engaña “bobos”, por decir lo menos. Sin embargo, me guste o no, me simpatice o no, es el presidente de nuestro país y llegó al poder por la vía democrática a través de un proceso totalmente legal que fue vigilado, avalado, organizado por el Instituto Nacional Electoral, institución a través de la cual ha avanzado nuestra democracia. Aunque a él no le guste. Fue electo por 6 años. Si bien hoy la ley permite que se pueda pedir la revocación de mandato a los tres años del gobierno en turno, al de López Obrador no le correspondería sino al siguiente gobierno, al que dará inicio en el 2024, pero la imposición de este proceso revocatorio se da hoy desde el mandatario, desde López. Absurdo. Si bien el gobierno de López se ha empeñado en destruir al país en sólo 3 años, para muchos, aún, esto no es palpable, aunque hemos palpado una realidad, como lo que tantos mexicanos han sufrido por el manejo que se ha dado a la pandemia, por la falta de medicamentos o de atención a la salud al desaparecer instancias como el seguro popular. Y quienes, muchos más, por la violencia incontrolable. Y en lo económico este gobierno de la “transformación” se ha beneficiado de fideicomisos y de ahorros que eran como un colchón para eventos como desastres naturales. O una de las últimas, quitar las escuelas de tiempo completo. Y ya ni que decir de las inversiones para recuperar empresas quebradas como PEMEX, CFE; o de los recursos que se han dado para el Tren Maya, refinería de Dos Bocas o el próximo, a inaugurarse, aeropuerto Felipe Ángeles. No se vale que “pretenda” irse si no lo hemos terminado de evaluar, no hemos terminado de ver el desastre de país que va dejando su cuarta transformación, por eso debe quedarse, para que aprendamos a no dejarnos engañar por merolicos de los cuales no sabemos de qué han vivido durante años, aunque su bandera sea que no hay corrupción, pero sus colaboradores dejan mal parado, y sus amistades se benefician de contratos y hasta familiares, algunos demasiado cercanos. Que se quede seis años para que podamos medir hasta dónde llegan sus mentiras con aquello de “yo tengo otros datos”, que nunca da, pero que la realidad nos confirma que el país vive una inflación superior a los 7 dígitos, que no crecerá este años más del 2.4 por ciento (si bien nos va), que la tasa de interés llegará para fin de año a 7.25%, que la inversión fija bruta en el país no se ha recuperado después de una caída del 18. 2 por ciento, tan solo ha logrado un 10%, y frente a las políticas públicas que se van implementando hay capitales que huyen al no sentirse seguros, como sucede por su reforma de eléctrica propuesta. Esto son los datos de hoy, del futuro, no son “otros datos”, hay que ver cómo va a negar los hechos al final de su gobierno, por eso debe quedarse y explicar desde su mañanera los fracasos de su administración, de sus obras, de su cambios, de su política de “abrazos no balazos”. Debe quedarse y no deberíamos gastar los 2, 3 o 4 mil millones de pesos en su capricho revocatorio, porque además no se va a ir. Si pierde no se va porque no se alcanzarán los 40 millones para que el proceso sea vinculante; si gana dirá que el pueblo lo quiere y corremos el riesgo que pretenda perpetuarse después del 2024.
Claro la culpa del fracaso revocatorio será del INE, como siempre, al cual pretende cambiar para sus fines personales no para mejorar nuestra democracia. Así que no hay caso de ir a cruzar una boleta para que se vaya o se quede, mejor que cumpla con lo que le corresponde, que la realidad descubra su cobardía y sus mentiras, los engaños al “pueblo bueno” y sobretodo que en los próximos tres años salga a la luz toda la corrupción de la 4T. No hemos terminado de evaluarlo, por eso que cumpla con su mandato, que se quede y punto. Lo de abril es una farsa, otra más de su engaños para llevar agua a su molino o a su rancho, o sea como al país, “a la chingada”