La líder opositora venezolana María Corina Machado reapareció públicamente este jueves en Oslo después de once meses en la clandestinidad para “recibir” el Premio Nobel de la Paz 2025. Su inesperada presencia, tras un viaje secreto desde Venezuela hasta Noruega, desató una ola de emociones entre seguidores, activistas y exiliados que la recibieron con cantos, banderas y gritos de “¡Libertad!”. Machado llegó tarde a la ceremonia oficial en la que su hija, Ana Corina Sosa, recibió el galardón en su nombre. Aun así, la líder opositora salió a saludar en la madrugada desde el Grand Hotel de Oslo, donde fue ovacionada como una estrella de rock y donde los asistentes cantaron el himno nacional venezolano mientras agitaban mensajes de apoyo y objetos religiosos entregados durante la noche.

Entre los asistentes se encontraban reconocidos opositores venezolanos en el exilio, como Leopoldo López, Lilian Tintori y Antonio Ledezma, quienes celebraron el histórico reconocimiento internacional a la lucha por la democracia en su país. Machado regresó al hotel casi a las 03:00, acompañada por su madre, después de saludar largamente a la multitud.

Maria Corina Machado ha sido crítica al interior y fuera de Venezuela por promover el intervencionismo estadunidense, así como su demostrada cercania con grupos de extrema derecha. La academia sueca, encargada de otorgar los premios Nobel, fue duramente criticada por concederle el de la paz a un personaje como Machado, quien no ha dudado en pedir a Estados Unidos que intervenga su país. Hija recibe Nobel en lugar de Machado

Durante la ceremonia del Nobel, su hija leyó un discurso en el que Machado llamó a las democracias del mundo a estar preparadas para defender la libertad si desean sobrevivir. Le recuerda al mundo que la democracia es esencial para la paz”, dijo Sosa en nombre de su madre. “Si queremos la democracia, debemos estar preparados para luchar por la libertad”. El presidente del Comité Noruego del Nobel, Joergen Watne Frydnes, confirmó su llegada al país y destacó la importancia del premio, evocando a figuras históricas como Nelson Mandela y Lech Walesa. Espero que los luchadores por la democracia persigan sus objetivos con una pureza moral que sus oponentes nunca exhiben”, afirmó durante la ceremonia, mientras el público aplaudía la resiliencia de Machado. La líder de 58 años hizo todo lo posible para asistir a la ceremonia, pese a una prohibición de viaje de diez años impuesta en Venezuela y después de pasar más de un año escondida. Según fuentes citadas por Reuters, Machado salió del país en una lancha el martes, viajó a Curazao y abordó un avión privado rumbo a Oslo. Su llegada fue descrita como un acto “irreverente y valiente”, que desafió las restricciones impuestas por el gobierno de Nicolás Maduro.

Incluso un enorme retrato suyo colgó del Ayuntamiento de Oslo, donde el público estalló en aplausos cuando se anunció que estaba en camino a Noruega. En una grabación difundida por el Instituto Nobel Noruego, Machado prometía: Estaré en Oslo, estoy de camino a Oslo ahora mismo”. Su reaparición marca un momento decisivo en la lucha democrática venezolana y abre un nuevo capítulo internacional en la presión contra el régimen que la mantiene perseguida desde hace años.

Con información de Excélsior