La reciente aprobación de una regulación sobre el uso de la Inteligencia Artificial en San Luis Potosí ya generó reacciones a nivel político. Uno de los primeros en fijar postura fue Ricardo Anaya Cortés, dirigente estatal del PAN, quien advirtió que este tipo de legislaciones deben cuidarse con lupa para no caer en restricciones que terminen afectando derechos fundamentales.

El panista señaló que, si bien la IA es un tema que urge atender y ordenar, cualquier intento por legislarla debe colocar en el centro la libertad de expresión, un valor que no puede ponerse en riesgo bajo el argumento de actualizar marcos legales o modernizar procesos.

En sus declaraciones, advirtió que este tipo de iniciativas a veces se presentan como benéficas o innovadoras, pero “en el fondo pueden significar mecanismos para coartar o reprimir la libertad de expresión”, un riesgo que, desde su perspectiva, debe analizarse con seriedad antes de implementar cualquier política.

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El dirigente blanquiazul insistió en que las tecnologías emergentes requieren regulación, pero no a costa de derechos básicos. Agregó que el reto está en encontrar un equilibrio que permita supervisar el uso de herramientas digitales sin abrir la puerta a prácticas de censura disfrazadas de modernización.