Bomberos de Celaya rindieron este martes un homenaje al comandante Felipe Jiménez Sánchez, quien fue asesinado cuando se dirigía a apagar un vehículo que fue incendiado durante la jornada violenta que se desató el domingo pasado. Tras salir de la funeraria San Rafael, lugar donde fue velado, subieron el ataúd a la motobomba M-4, que manejó durante años. Además, cuatro de sus compañeros hicieron la guardia de honor y acompañaron el recorrido. Decenas de personas, entre ellos familiares y amigos, que portaban retratos del comandante, caminaron detrás de la motobomba y delante iba una banda de guerra que anunciaba el paso del cortejo fúnebre. En las calles del centro de Celaya, los peatones se detenían al paso de los bomberos y mostraban su respeto, algunos aplaudían al ver el ataúd, en las tiendas se detuvieron las actividades mientras los empleados salían a la banqueta. “Ahí va el comandante que mataron, sólo porque iba a ayudar, lo mataron, no es justo”, dijo una trabajadora de una zapatería a su compañera. Los bomberos pasaron por el Jardín Principal, donde paramédicos de Cruz Roja hicieron una valla para reconocer al comandante. A las 3:00 de la tarde comenzó la misa de cuerpo presente, que terminó con un minuto de aplausos. Al salir fue llevado a la Calzada Independencia, donde le hicieron un homenaje y entregaron una casaca de la Cruz Roja a la viuda de Jiménez Sánchez y colocaron su casco. “Felipe Jiménez Sánchez” gritó un comandante. “Presente”, gritaron al unísono decenas de bomberos y paramédicos. Finalmente, lo trasladaron a la comandancia de bomberos en la calle Pípila, que fue su segunda casa durante 38 años. Después fue sepultado en el panteón sur de la ciudad. Hasta ayer no había detenidos por el asesinato pero un grupo especializado de homicidios de la Fiscalía ya analizaba más de 15 cámaras que están en la zona de Mutualismo y Constituyentes, donde fue asesinado el bombero. Con información de LatinUs