De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), San Luis Potosí cuenta con una infraestructura hidráulica pobre en comparación a otros estados de la República Mexicana. En San Luis Potosí sólo hay doce plantas de potabilización de agua, mientras que hay estados como Sinaloa que cuenta hasta con 140 potabilizadoras. La carestía de potabilizadoras es un tema nacional, ya que con esta reducida cantidad de plantas, la entidad potosina ocupa el lugar número 18, es decir, mayor a la media nacional. La mayoría de las potabilizadoras se encuentran en Sinaloa, Ciudad de México con 45, además de Tabasco y Tamaulipas con 39 respectivamente.  En contraparte, estados como Colima, Quintana Roo, Tlaxcala y Zacatecas, no cuentan con ninguna planta potabilizadora. De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), una planta de potabilización es un complejo que se encarga de someter el agua superficial o subterránea de un río, o de cualquier otro embalse, a varios procesos con la finalidad de garantizar que sea apta para su consumo y uso en las actividades diarias de la población. Asimismo, el Inegi señaló que San Luis Potosí ocupa el octavo lugar con menos plantas tratadoras de aguas residuales a nivel nacional, con apenas 37 plantas de estas características. La diferencia es abismal si se compara con Sinaloa que tiene 264, Oaxaca que tiene 183 y Jalisco con 170. Según la Conagua, las plantas de tratamiento de aguas residuales permiten la separación de la carga orgánica que contienen los fluidos a fin de eliminar al máximo la cantidad de residuos y contaminantes.