Vínculo copiado
Los primeros dos trimestres del 2022 ha tenido un pobre desempeño
18:32 viernes 26 agosto, 2022
NegociosEn diferentes culturas existe un principio que reza “cosecharás aquello que siembras” pero para la agricultura mexicana, en fechas recientes, este principio no se ha cumplido, puesto que, en los primeros dos trimestres del 2022 ha tenido un pobre desempeño, interrumpiendo un largo ciclo de crecimiento. Sin embargo, durante el mes de julio ha logrado reponerse después haber registrado variaciones porcentuales negativas en su crecimiento. ¿Qué factores son los que provocaron este mal comportamiento? De acuerdo con el blog especializado en cultivo AgroSpray, para que una cosecha se logre con éxito son dos factores principales los que se deben de cumplir: 1) la disponibilidad de recurso hídrico, y 2) el clima de la zona donde se desea cultivar. Actualmente, México presenta problemas con estos dos factores, principalmente con el factor relacionado al clima, ya que se está viviendo una importante sequía en diferentes áreas a nivel nacional. El Monitor de Sequía en México (MSM) publica quincenalmente la situación de sequía en el país y, según el porcentaje de afectación, asigna las siguientes categorías a las 32 entidades federativas: Anormalmente Seco (D0), Sequía Moderada (D1), Sequía Severa (D2), Sequía Extrema (D3) y Sequía Excepcional (D4). En el primer trimestre del año, marzo fue el mes a nivel nacional que presentó el mayor porcentaje de área con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4), situándose en 38.20%. Asimismo, para el segundo trimestre, el panorama se complicó aún más, pues el territorio nacional llegó a tener el 56.03% de área con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4). En otras palabras, más de la mitad del territorio nacional se encontraba en los niveles más altos de sequía, afectando principalmente el suministro de agua potable de uso doméstico y urbano, así como el de uso industrial y para el desarrollo de las actividades primarias. En México diez estados concentran la mayor producción agrícola por hectárea, de los cuales los más significativos por su volumen de cosecha son: Jalisco, Sinaloa, Veracruz, Chiapas, Michoacán y Oaxaca. No es sorpresa que en los meses donde un alto porcentaje de áreas a nivel nacional tuvieron sequía son los mismos meses en que la producción agrícola tuvo niveles muy bajos, teniendo importantes variaciones entre las superficies sembradas y cosechadas. Por ejemplo, en el estado de Jalisco, de las 285,931 hectáreas sembradas sólo se cosecharon 81,695 hectáreas, es decir, sólo el 28.57%. Un caso más difícil se presentó en Sinaloa, pues de las 775,896 hectáreas sólo se cosecharon 107,180, en otras palabras, sólo cosechó el 13.81% de hectáreas de las que se sembró en condiciones de sequía moderada a sequía severa (D1 a D2). En el segundo trimestre los estados más afectados por la sequía fueron Chihuahua y Puebla, que llegaron a registrar niveles de sequía extrema a sequía excepcional (D3 a D4) en junio, dando como resultado una producción agrícola de 22.82% y 26.24% de la superficie sembrada, lo que demuestra que la sequía tiene un enorme peso en el desarrollo de las actividades primarias. Las acciones
Ante esta situación, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) declaró el pasado 12 de julio el “Acuerdo para la emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional”, en el acuerdo se permite a la Conagua tomar medidas transitorias para garantizar el abasto de agua a la población. Dentro de las medidas que se llevaran a cabo se incluyen las limitaciones a los derechos de agua, mediante la reducción de los volúmenes a los concesionarios en cuencas que se encuentren en condiciones de sequía severa, extrema o excepcional, priorizando la disponibilidad de agua para uso doméstico y público urbano, tanto en localidades rurales como urbanas, lo que significa que las concesiones nacionales para uso industrial y agrícola se verán aún más afectadas, impactando el crecimiento general del país. Sin duda, el tema del agua potable cobra cada vez más relevancia y es que, con el paso del tiempo, el agua parecería estar pasando de ser un bien de primera necesidad a un bien de lujo. Para la agricultura se necesita encontrar alternativas que permitan un mejor desarrollo asegurando la seguridad alimentaria con un bajo impacto en los gases de efecto invernadero. ¿Qué acciones se pueden tomar para anticipar la carencia de lluvias o el exceso de las mismas? ¿Cómo se puede asegurar las cosechas ente un clima desfavorable? Por el momento sólo queda esperar a que las condiciones hídricas de todo el país mejoren o mejor aún, que llueva. -- Dinero en Imagen