Vínculo copiado
No duden de que nada más se supo de los secuestros, en Palacio Nacional se reunió un afilado equipo de manejo de crisis, y que cada una de las palabras del presidente fue discutida meticulosamente
00:03 domingo 2 julio, 2023
ColaboradoresSe ha criticado mucho a nuestro presidente por su reacción a los secuestros en Chiapas. Que cómo es posible que salga con algo como “Lo mejor es que los liberen, sino los voy a acusar con sus papás y con sus abuelos”. Que una desgracia de esa magnitud no merece semejante frivolidad. Que Chiapas, hasta hace poco un estado conflictivo y pobre, pero relativamente ajeno a los horrores de la violencia criminal, se cae a pedazos mientras él improvisa chistes. Que primero los tiroteos en San Cristóbal, luego la poblaciones desplazadas, y ahora esto. Bien, les tengo noticias: ni frivolidad, ni improvisación. Detrás de la reacción de nuestro líder, se los aseguro, hay un plan diseñado meticulosamente. Una estrategia, como siempre, certera en plan gran maestro del ajedrez. No duden de que nada más se supo de los secuestros, en Palacio Nacional se reunió un afilado equipo de manejo de crisis, y que cada una de las palabras del presidente fue discutida meticulosamente. De lo que se trataba, para empezar, era de mandar un mensaje de tranquilidad al pueblo bueno. De decirle que todo tranqui, todo normal. “Voy a calmar las aguas, como cuando dije lo de “fuchi, caca”. Fue genial, ¿no? ¿Y si esta vez repito lo de que los voy a acusar con sus mamás?”. “Presidente, Chiapas es una cultura muy patriarcal. Mejor diga que con sus papás”, puede que haya propuesto, supongamos, nuestra encargada de asuntos internos. “Estoy de acuerdo, señor. Pero una crisis como esta exige medidas drásticas. ¿Y si de plano dice “con sus papás y con sus abuelos”?, añadió tal vez la responsable de seguridad. “Buena idea. También tenemos que seguir los protocolos para secuestro del FBI. Hay que humanizar a los secuestrados –habrá añadido el titular del Ejecutivo como parte de su plan maestro–. ¿Alguien sabe cuántos son?”. “Estamos investigando, presidente. Chance 14, chance 16, chance 23”. “Se los encargo. ¿Alguien sabe a qué se dedican? Por ejemplo: ¿hay alguien que haga tamales? Uf, hace hambre. Martínez, que me lleven cinco de chipilín al cuarto, con atolito. No duermo bien con el estómago vacío. De puerco, ¿eh?”. “Tampoco estamos seguros, señor. Oí que trabajan en una prisión, y dicen que uno de ellos es jardinero”. “¡Genial! Voy a decir: “no le hagan daño, solo es un jardinero”. Yo creo que con eso la hacemos”. “Brillante, señor”. “Repitan conmigo: “Abrazos, no balazos. Abrazos, no balazos”. ¡Muy bien! Por cierto, ¿ya se pronunció el gobernador?” “Todavía no, presidente”. “¡Ay, Ruti! A veces hasta dudo de la capacidad de mis colaboradores. ¡Tan bien que pintaba su gobierno cuando se fue a ver a los Astros de Houston! Miren ahora... En fin, vámonos a descansar, que toca, precisamente, fildeo y macaneo. ¿Saben si ya confirmó el general? Alguien me dijo que andaba de viaje con al familia”. POR JULIO PATÁN [email protected] @JULIOPATAN09