Un reciente discurso del papa Francisco ha indignado a la comunidad, pues aunque solo trataba de darle una "bienvenida cálida" a las mujeres de la Asamblea General de la Unión de Madres Superioras de Italia (USMI) en el Vaticano, terminó por "insultarlas". Lo que pasó es que este jueves se llevó a cabo el encuentro con las religiosas, a las que llamó como "generosas" y "valientes", aunque también agregó que había una que otra "neurótica" como en "todas partes". “Es propio de las mujeres ser generosas, así es. A veces hay alguna neurótica pero esto pasa un poco en todas partes ¿no?”, indicó el pontífice al recibir a las participantes. Su "palabra" fue difundida por la Santa Sede

La cosa es que no terminó sus calificativos en dicha reunión, sino que la Santa Sede difundió su discurso, donde el sumo pontífice le dedicó varias palabras a las asistentes. Las describió como personas “buenas, que saben crear nuevos caminos, saben dar” y también son “valientes”, esto de acuerdo a su visión. Asimismo recordó que las mujeres —según el evangelio— fueron las primeras “testigos de la resurrección del Señor”, quienes además anunciaron la noticia al resto de discípulos. “Estas mujeres no eligieron el encuentro para ellas solas, ni hacer el camino solas: eligieron caminar con otras. Porque es propio de las mujeres ser generosas, así es”, opinó. Sobre la vida consagrada, el santo padre pidió que se mantuvieran al pendiente de las “enfermedades” asociadas a la dedicación religiosa. En su charla también destacó que “va en contra de todo lo que hemos dicho: la amargura. Ese espíritu de amargura interior. Siempre mirando las dificultades, siempre haciendo un monumento al ‘pero, aunque…’, siempre repitiendo que las cosas están mal”, opinó. O sea que no está de acuerdo con "la actitud histérica" dentro de la iglesia católica. “Por favor, cuando vean eso en una comunidad o algunas monjas, ayúdenles a salir de esta situación; de las personas melancólicas que siempre piensan: “¡Ah, los viejos tiempos eran mejores! Las cosas no van, y aquí y allá…”. Ese es el elixir del diablo, el licor de la amargura.”, añadió. Para finalizar su discurso, les pidió a todas las mujeres que sigan "sembrando esperanza" ya que no es lo mismo brindar optimismo que una base fundamental como la esperanza. Aclaró que "ser mujer es dar vida, abrir caminos, llamar a otros”. Con información de El Heraldo de México.