¿Has escuchado o leído el término 'cruising'? Consiste en una práctica en la que las personas tienen sexo con desconocidos en espacios públicos como parques y playas. Esta actividad ha afectado con creces la Reserva Natural de Las Dunas de Maspalomas, en España. Así lo afirma un estudio reciente publicado en el portal científico Science Direct y realizado por investigadores de Geografía Física y Medio Ambiente de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Resultados

La investigación detalla el impacto ecológico de la práctica constante de sexo en Las Dunas de Maspalomas, un icónico lugar reconocido como Reserva Natural Especial desde 1994 y que además cuenta con vegetación nativa. Leví García-Romero, autor principal del estudio, explicó que el cruising se realiza en las mencionadas dunas desde la década de los 70. Años después, entre los años 80 y 90, afirmó que las agencias de viajes ofrecían paquetes turísticos describiendo el lugar como el ideal para tener "sexo salvaje". Al realizar las actividades sexuales, los turistas 'construyen' sus 'niditos del amor', como las aves. Sin embargo, al hacerlo destrozan la vegetación del lugar, afectando a ocho especies de plantas nativas, tres de ellas endémicas. "Crean nidos con vegetación y ramas, tal y como lo hacen los pájaros, para aislarse y tener un espacio íntimo. Al arrancar vegetación hacen que la arena se suelte, no se quede agarrada y que se produzcan procesos de erosión que afectan al sistema dunar", dijo García-Romero, según el portal El Español. A lo largo de 5 mil 763 metros cuadrados del espacio arenoso, los expertos encontraron 298 lugares donde las personas mantienen relaciones sexuales. Y no sólo eso, pues además detectaron un total de 18 tipos de desechos que impactan en el medio ambiente. "Los más representativos son colillas de cigarrillos, vegetación desgarrada/cortada, papel higiénico y toallitas, condones, cáscaras de frutas, latas y heces", se lee en el trabajo. -- CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO