Las alarmas están encendidas en Las Vegas después de una temporada 2025 para el olvido. Con un récord profundamente negativo (2-12) y un equipo que nunca logró encontrar consistencia, la atención de los medios y los analistas se ha desplazado hacia el futuro laboral de Pete Carroll, el veterano entrenador en jefe de los Raiders. La voces que han surdido en medios deportivos apuntan a que la figura de Tom Brady, copropietario minoritario de la franquicia, podría tener un rol cada vez más visible en la toma de decisiones, lo que alimenta las especulaciones sobre el destino de Carroll al mando del equipo. Según reportes de NFL Network, Brady estaría preparado para “aumentar su presencia” dentro de las oficinas de los Raiders a medida que la temporada llega a su fin, algo que, en el marco de un curso tan difícil como el actual, despierta preguntas sobre cómo eso podría influir en el análisis sobre el rendimiento de Carroll y su staff de coaches. Una temporada complicada  La temporada ha sido especialmente dura para Carroll, con múltiples derrotas abultadas y una ofensiva que ha mostrado escasa creatividad y eficiencia, llevando a la franquicia a revisar incluso su estructura técnica tras el despido del coordinador ofensivo. Sin embargo, no todos los informes apuntan a una “injerencia” formal de Brady en cuestiones del juego. En meses recientes, el propio Carroll negó categóricamente que Brady estuviera involucrado de manera directa en la planificación de los juegos, y otros miembros del staff han relativizado los rumores de reuniones estratégicas frecuentes entre Brady y los entrenadores. Brady, por su parte, ha descrito su papel en la organización como un “sounding board” (consejero) más que un ejecutivo con poder de decisión final, aunque algunos insiders señalan que su sola presencia cambia las dinámicas internas del equipo. FUENTE EXCÉLSIOR