A dos días de que termine 2024, al menos 299 personas han fallecido en accidentes aéreos de aviones comerciales en distintas partes del mundo. El 24 de julio, 18 perdieron la vida cuando un avión de Saurya Airlines, empresa de Nepal, se estrelló durante el despegue en el aeropuerto de Katmandú. A bordo iban 17 empleados de la compañía y dos tripulantes. Sólo un piloto sobrevivió. El 9 de agosto, una aeronave de VoePass, de Brasil, cayó en barreno y se estrelló en el patio de una casa de Sao Paulo. La aparente causa fue que los sistemas de descongelamiento del avión no lograron eliminar el hielo del fuselaje. Las 62 personas que iban bordo murieron. Esta semana, un avión de Azerbaiyán Airlines, que cubría la ruta de Bakú, capital de Azerbaiyán, a Grozni, Rusia, fue derribado por equipos militares del gobierno de Vladimir Putin. El mandatario explicó que esto ocurrió en medio de una acción para repeler el ataque con drones de Ucrania. De las 67 personas que viajaban en la aeronave, 38 fallecieron al instante. Putin se disculpó, pero no aceptó abiertamente la responsabilidad. La tragedia aérea más reciente se registró apenas este sábado y ha quedado como la más letal del año. Un avión de Jeju Air, se estrelló contra un muro en el aeropuerto de Muan, Corea del Sur, al salir de la pista cuando aterrizaba. Tras el impacto, el aparato se incendió. De las 181 personas que estaban abordo, 179 fallecieron. JeJu Air es una aerolínea de bajo costo propiedad Boeing, fabricante de aviones. Otros incidentes menores sin pérdida de vidas también se registraron en los últimos días. En el aeropuerto canadiense de Halifax Stanfield, uno de los neumáticos del tren de aterrizaje e un avión de Air Canadá no se desplegó correctamente, lo que generó que la aeronave patinara en la pista, haciendo que una de las alas rozara el suelo, lo que provocó un incendio.  

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