El paso huracanado de la ahora tormenta tropical Hilary dejó a su paso por la península de Baja California una estela de inundaciones y carreteras cortadas en la mayoría de los municipios de la entidad. Las precipitaciones, acompañadas de violentas ráfagas de viento, provocaron numerosas afectaciones en Ensenada, Rosarito, Tijuana, Tecate y la capital, Mexicali, donde el techo de una escuela voló por los aires. De acuerdo con el Servicio Meteorológico de Estados Unidos, es la primera tormenta tropical de esta intensidad en 84 años al sur de California, por lo que los estragos en la región, más adaptada a las sequías, fueron considerables. La tormenta tropical sigue su marcha a un costado del litoral de la Península de Baja California, a la altura del municipio de San Quintín, con vientos que superan los 80 kilómetros por hora y enormes precipitaciones. Hilary provoca cortes de carreteras

Producto de las lluvias, la carretera que une a Tijuana y Tecate, a la altura de la Rumorosa, fue cerrada a la circulación vehicular, no sin antes quedar registro de cómo el torrente de agua arrastra todo a su paso. La carretera libre a Tecate fue otra de las arterias que sufrieron los embates del meteoro. En Ensenada, numerosos tramos de la Carretera Transpeninsular han sido cortados a la circulación debido al riesgo que provocan los fuertes vientos que se sintieron todavía durante la tarde y la noche del 20 de agosto.

La tormenta tropical sigue su marcha a un costado del litoral de la Península de Baja California, a la altura del municipio de San Quintín, con vientos que superan los 80 kilómetros por hora y enormes precipitaciones. Hilary provoca cortes de carreteras Producto de las lluvias, la carretera que une a Tijuana y Tecate, a la altura de la Rumorosa, fue cerrada a la circulación vehicular, no sin antes quedar registro de cómo el torrente de agua arrastra todo a su paso. La carretera libre a Tecate fue otra de las arterias que sufrieron los embates del meteoro. En Ensenada, numerosos tramos de la Carretera Transpeninsular han sido cortados a la circulación debido al riesgo que provocan los fuertes vientos que se sintieron todavía durante la tarde y la noche del 20 de agosto. Solo en Baja California, un total de 236 personas fueron alojadas en albergues especiales adecuados para la ocasión, la mayoría de ellas en Ensenada, aunque también se dio abrigo a habitantes de los otros municipios de la entidad. Con información de El Heraldo de México.