Ante la necesidad de generar nuevos socios comerciales y aliados políticos tras la invasión a Ucrania, Rusia se acerca cada vez más a Cuba. Esto, mientras la isla se encuentra ávida de inversiones en medio de su peor crisis económica desde la implosión del bloque soviético en 1991. En lo que va de este año, se han multiplicado las visitas de altos funcionarios rusos a la nación caribeña. Tan es así que en marzo con los viajes del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, y el director ejecutivo de la petrolera Rosneft, Igor Sechin. La isla recibió al canciller, Serguéi Lavrov; al asesor de Economía de la presidencia, Maxim Oreshkin; al representante de los empresarios rusos ante el Kremlin, Boris Titov; y al viceprimer ministro, Dmitry Chernyshenko. En este contexto, la semana pasada, Chernyshenko trazó una hoja de ruta para acelerar la cooperación con Cuba. Esto, mientras la isla enfrenta la peor crisis económica en tres décadas, con una fuerte escasez de alimentos, medicinas y combustibles, en tanto, representantes de 50 empresas rusas exploraba posibilidades de negocios e inversiones en la isla caribeña. Al término de esa visita, ambos países firmaron diez acuerdos para relanzar las relaciones en los sectores de la construcción, digitalización, banca, producción de azúcar, transporte y turismo. Se trata de otra señal de la voluntad de ambos gobiernos de fortalecer su “asociación estratégica” en 2023, anunciada en noviembre del año pasado, durante el encuentro en Moscú entre los presidentes Miguel Díaz-Canel y Vladimir Putin. PIDEN CAMBIOS

Desde 2005, la relaciones entre Rusia y Cuba tuvieron una etapa de relanzamiento, pero nunca alcanzaron el nivel de intercambio actual. Para el presidente Díaz-Canel se trata de un “periodo único”. “Más aislada que nunca, Rusia necesita socios comerciales y aliados políticos y Amrica Latina ofrece la posibilidad de ambas cosas”, afirmó Mervyn Bain, de la Universidad de Aberdeen, en Escocia. Sin embargo, para este experto en las relaciones de Rusia con América Latina, no está claro a qué nive” podrían llegar los vínculos con Cuba. Chernyshenko también se refirió a la necesidad de que Cuba implemente “algunos cambios” en su legislación para favorecer los negocios con su país. En enero, después de una primera visita de Titov a Cuba, medios rusos informaron de la creación en La Habana de un centro conjunto para el estudio de cambios en la economía cubana basados “en el desarrollo de la empresa privada”, a la que el gobierno de Díaz-Canel se vio forzado a dar luz verde desde 2021. Asimismo, anunciaron en La Habana la reanudación en julio de vuelos regulares desde Moscú hacia Varadero, suspendidos tras la invasión rusa de Ucrania, que inició el 24 de febrero de 2022. Fuertes aliados comunistas durante la Guerra Fría, ambos países vieron cortados abruptamente sus lazos en 1991 con la desintegración del bloque comunista soviético, con el que Cuba mantenía 75% de su comercio. Díaz-Canel, cuyo gobierno ha sido neutral frente a la invasión rusa a Ucrania, ratificó “el apoyo incondicional de Cuba a Rusia en su enfrentamiento con Occidente”. El académico Vladimir Rouvinski, de la Universidad ICESI de Cali, Colombia, advirtió que la ayuda de Rusia hoy no sería “nada parecida” a la entregada por la antigua Unión Soviética a la isla. "La Rusia de Putin no es la URSS, ni Putin está interesado en gastar miles de millones de dólares para mantener a Cuba como parte de la órbita rusa”, añadió Rouvinski. Con información de Excelsior.