Mientras hoteleros y restauranteros hacen cuentas de cuánto podrían ganar para este fin de año con la llegada masiva de visitantes a Puerto Vallarta durante la temporada vacacional de invierno, muchos de los locales se comienzan a preparar para lo que será un caos ante la falta de servicios públicos que puedan soportar la gran cantidad de vehículos que se agregaron durante esas dos semanas. Aunque resulta una verdadera bendición la llegada de los visitantes a la ciudad por la gran cantidad de recursos económicos que ingresan a los diferentes comercios, también se ha convertido en la época en que la mayoría de los habitantes de Puerto Vallarta sufren por el ruido, el tráfico y otra serie de situaciones que se generan esos días. Uno de los principales problemas es el del tráfico vial, si en estos días circular por las calles de la ciudad en horas pico resulta prácticamente insoportable, en las temporadas altas vacacionales simplemente es imposible viajar por la ciudad, ya que en ocasiones se hacen hasta tres horas en tramos que normalmente no deberían durar 20 minutos en ser circuladas. En ese sentido, incluso algunos taxistas cuyos sitios están fuera de la zona turística prefieren hacer viajes solo en la periferia del municipio, ya que entrar al centro de la ciudad lejos de brindarles un beneficio económico, les provoca una gran pérdida de tiempo, lo que se genera en cantidad de viajes que pueden realizar durante ese día. La ciudad de Puerto Vallarta no fue proyectada para ser un emporio turístico, sus calles apenas dan cabida a los vehículos que circulan normalmente por la ciudad, incluso así son continuos los congestionamientos viales fuera de temporada, a estos automotores se les suman miles que llegan por unos cuantos días, los cuales hacen insoportable circular por la ciudad. Una frase muy común entre las personas que habitan la ciudad es que si no se tienen que ir al centro de la ciudad esas dos semanas es mejor no hacerlo para evitar el tráfico y la falta de estacionamiento en la zona. La gran mezcla de la naturaleza, al encontrarse justo donde se encuentra la gran Sierra Madre Occidental con el imponente Océano Pacífico, hacen que el destino sea maravilloso, al tiempo que impide la generación de vías alternas, al no haber lugar donde construirlas. Por lo que es necesario que autoridades y urbanistas busquen algún tipo de solución al hoy problema y que mañana pueda ser una anarquía que convierta al paraíso de Vallarta en el infierno de locales y visitantes.