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La naturaleza no avisa pero la omisión sí se nota. Los veracruzanos enfrentan otra tragedia por lluvias, y la gobernadora morenista muestra insensible
00:10 domingo 19 octubre, 2025
ColaboradoresEl rostro de la tragedia apareció nuevamente en México, y esta vez con el sello de la negligencia política. Miles de familias en al menos cinco estados —Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro— resultaron afectadas por las lluvias torrenciales de los últimos días. Pero fue en Veracruz, bajo el mando de Rocío Nahle, donde el desastre natural se combinó con un desastre institucional. El norte de la entidad, como el municipio de Álamo Temapache, se convirtió en símbolo del abandono. Cuatro días después del desbordamiento del Río Pantepec, los habitantes seguían sin electricidad, sin agua potable, sin señal telefónica y, lo más indignante, sin presencia oficial. Mientras los pobladores caminaban entre el lodo, el silencio del gobierno era más estruendoso que la tormenta misma. En redes sociales, los habitantes documentaron el caos: vehículos apilados, calles intransitables y familias con el agua hasta las rodillas. La desesperación fue grabada y compartida, mientras la ayuda brillaba por su ausencia. El ciudadano Juan Javier Roldán recorrió la zona con su celular en mano mostrando que el único operativo visible era el de la solidaridad vecinal. Cuando la gobernadora Nahle rompió el silencio con sus primeras declaraciones, no fue para dar buenas noticias, sino para informar que el Río Cazones se había desbordado “ligeramente” en Poza Rica. La frase cayó como piedra sobre el ánimo de los damnificados y se convirtió en símbolo de la desconexión entre el poder y la realidad. La presidenta Claudia Sheinbaum salió a recorrer personalmente las zonas afectadas, intentando cubrir el vacío que dejaron las autoridades locales que no supieron reaccionar a tiempo. Y es que la tragedia no sólo expuso la vulnerabilidad climática del país, sino la fragilidad política del gobierno de Veracruz que parece más preocupado por la imagen que por la gente. Las cifras son demoledoras: 69 municipios afectados, 249 mil 883 usuarios de la CFE sin luz, 68 puntos carreteros colapsados y decenas de comunidades incomunicadas. A pesar de ello, el discurso oficial prefirió hablar de “control” y “coordinación”, palabras que suenan huecas frente a los videos de familias desesperadas cargando garrafones de agua o durmiendo sobre techos inundados. Nahle se presentó ante la opinión pública como una ingeniera preparada, pero la tragedia la exhibe como una gobernadora improvisada, carente de reflejos políticos y empatía social. La naturaleza volvió a poner a prueba al gobierno y lo reprobó. El desastre no sólo fue meteorológico: fue moral, institucional y humano. Y mientras la mandataria morenista intenta justificar su pasividad, miles de veracruzanos siguen limpiando el lodo que la incompetencia también dejó atrás. *** EN LA COFEPRIS, que encabeza Armida Zúñiga, crecen los reclamos y las quejas contra Carlos Alberto Aguilar Acosta, comisionado de Operación Sanitaria. Existen denuncias públicas por acoso y amenazas, así como por mantener un rezago importante en las autorizaciones que tiene a su cargo, y en la emisión de resoluciones, sanciones y dictámenes sanitarios. *** EN LOS PASILLOS del Canal de Poder Judicial, Justicia TV —hoy denominado Plural TV— no dejan de comentar los movimientos administrativos que marcaron el cierre de la gestión de Ernesto Velázquez. Y es que dicen que la mano de su coordinadora administrativa, Mireya Méndez Frías, fue más que generosa consigo misma, incrementándose el sueldo casi al mismo nivel de lo que ganan las y los ministros. Algo que ya investigan las nuevas autoridades. *** Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Cuando el río se desborda, también se lleva la arrogancia de quienes creían tenerlo todo bajo control”. POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO [email protected] @ALFREDOLEZ