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Mientras el Zócalo hervía de acarreados, necesitados de la torta y el refresco, y uno que otro fanático...
00:04 sábado 4 diciembre, 2021
ColaboradoresMientras el Zócalo hervía de acarreados, necesitados de la torta y el refresco, y uno que otro fanático, mientras iniciaba la fiesta que se organizó el merolico matutino por su tercer año de gobierno, en Guadalajara, dentro de la Feria Internacional del Libro (FIL), Cuauhtémoc Cárdenas, el ingeniero, el ícono vivo de la izquierda mexicana, afirmaba que no ve propuesta para el país, que hay rezago, pobreza, inseguridad. Y también por la madrugada del uno de diciembre de este 2021, la delincuencia organizada mandó su mensaje al organizador del “amlofest” al atacar y liberar en el penal en Tula, Hidalgo a un delincuente acusado de huachicol y junto con éste escaparon otros ocho maleantes. A las 5 de la tarde del pasado miércoles, a la ahora de arranque del “amlofest”, Cárdenas Solórzano decía, en la capital de Jalisco, que ve a un país “con muchos rezagos todavía, sin propuestas para superar los problemas de empleo, pobreza, inseguridad, de escaso crecimiento económico, deterioros ambientales, todas las cuestiones de género. No veo iniciativas de quienes deberían tenerlas”. En la mesa de diálogo, junto a Felipe González, el socialista español, el hijo del “Tata” Cárdenas considerado por López Obrador uno de los mejores presidentes de México, Cárdenas Solórzano expresó: “Tengo la impresión de que en el aspecto económico no hemos logrado revertir la tendencia que hemos llevado de cuatro décadas para atrás…, la violencia está presente en todo el país, la inseguridad de la gente, de las familias…, yo creo que esto es lo que tenemos en estos tres años, más allá de esfuerzos que habría que reconocer, como elevar el salario mínimo o estar buscando subsidiar carencias de distintos sectores de la población”. Mientras tanto Andrés repetía como perico lo que cada mañana menciona desde el templete de uno de los patios del palacio donde habita. Frente a las personas que pagadas o no llegaron al Zócalo de la Ciudad de México, afirmaba que “ya se erradicó la corrupción”, “la salud pública es todo un desafío, pero la pandemia ha sido domada y se está mejorando el sistema de salud”; los homicidios han sido contenidos y están disminuyendo”; “la economía se está recuperando” y sí el salario mínimo se incrementó para llegar a los 177 pesos diarios. Pero no dijo nada respecto a lo que Cárdenas Solórzano dijo de cómo ve al país, no hubo una clara mención a una inflación superior al 7%; un crecimiento que no va a llegar al 6% del PIB según los últimos pronósticos. Tampoco se le escuchó decir que la pobreza se incrementó en 3.8 millones de mexicanos y que si en 2018 en el país sumaban 55.7 millones en situación de pobreza, para el 2020 10.8 millones cayeron a pobreza extrema. Si bien es cierto que se recuperaron empleos perdidos en 2020 y la cifra llegó a 20 millones 294 mil, la mayoría de estos no lograron alcanzar los salarios anteriores a la pandemia. El subempleo y la informalidad crecieron este año, 48 millones de mexicanos y mexicanas están en este rubro. En cuanto a salud la pandemia se mantiene viva, en el mundo somos el cuarto lugar con mayor número de personas fallecidas (más de 600 mil, aunque las cifras oficiales señalan cerca de 300 mil) por el Covid 19; el 27 por ciento de la población perdió el acceso a la salud con la creación del Insabi; y los medicamentos para el tratamiento del cáncer en los niños no llegan a los hospitales o al país, como también no hay para tratar el VIH y la diabetes. La corrupción se mantiene, el 78 por ciento de los contratos en 3 años de gobierno se han otorgado vía designación directa, no hay concursos ni licitación. En la medición realizada entre 180 países México ocupa el lugar 124 del índice de corrupción. Y faltaría citar los casos Bartlett, los hermanos López Obrador o la prima incomoda y ahora los hijos y hasta el ejército en las obras del aeropuerto Felipe Ángeles. Y la seguridad, la “política de “abrazos no balazos” que ha provocado ya 28 masacres y más de cien mil muertes dolosas en 36 meses de gobierno de la 4T, ni con Calderón, Peña o Fox. La democracia se ha visto atacada una y otra vez al grado de que hasta el recurso para el ejercicio de ésta se ha disminuido al Instituto Nacional Electoral, se le quiere cooptar y sus funciones regresarlas a gobernación, como antes. A los organismos autónomos se les ha doblegado o se les desaparece, como la casi inexistente Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Comisión Reguladora de energía o la de Hidrocarburos. Se ataca a instituciones educativas como la Universidad Nacional autónoma de México, la de Guadalajara o al CIDE, centros de enseñanza que han demostrado su prestigio. Y podría sumarse la tentación de apoderarse del Banco de México, de someter a la Suprema Corte de Justicia, de buscar así eliminar la independencia de las instituciones y los contrapesos de los poderes. Todo esto le faltó decir a esas conciencias que lo vitoreaban, como fue en su momento a Hitler, Mussolini o Fidel, en la plaza pública desde donde él cree que se gobierna `engañando a un pueblo, al “pueblo bueno”. El país que dibujó López Obrador desde el templete del Zócalo de la Ciudad de México dista mucho de la realidad, de la se vive día a día. Su nacionalismo revolucionario transformado en su 4T lleva a la ruina a nuestro país. Su enfermedad lo hace creer que vive en otra circunstancia, que él solo tiene la razón. Su soberbia no le permite escuchar ya a Cuauhtémoc Cárdenas. Pero la ignorancia de Andrés tampoco le permite ver lo que existe a su alrededor y se llama mundo. México vive en tres años una gran retroceso, esperemos el 2024 para volver a edificar lo que tanto trabajo nos ha había costado. Saldremos adelante a pesar del desastre que heredaremos del gobierno de la 4T, de López Obrador. Ya solo faltan 33 meses y veintitantos días para que se acabe esta falacia, esta mentira, veremos que decidimos los mexicanos, ojalá existan otras opciones lejanas a la 4T.