Hace apenas un año, Yahritza y su Esencia eran el fenómeno juvenil de la música mexicana. Los hermanos Martínez vivían el sueño, inspirados en sus padres, Ariel Camacho y los sentimientos de las relaciones.

Su penetración en el gusto de la gente iba viento en popa.  Con 5.4 millones de seguidores en Instagram, su éxito parecía no tener límites. Hoy, el grupo solo cuenta con poco más de 700 mil seguidores, una pérdida monumental que se atribuye a su tropiezo al confesar que no les gusta la comida mexicana y prefieren el "chiken naggets". que disfrutan en Washington, de donde son originarios. La entrevista que cambió todo

La agrupación musical de jóvenes de origen mexicano pero criados en Washington generó un aluvión de críticas tras mostrar su desagrado por la comida mexicana en una reciente entrevista. Armando, el mayor de los hermanos, expresó su preferencia por la comida de Washington, alegando que le gustaba más la sazón que se le daba allí. Las redes sociales se inundaron de críticas y rechazo. Los comentarios de la comunidad mexicana expresaban enojo y desilusión, acusando a los jóvenes de olvidar sus raíces. Durante una visita a la Ciudad de México, Yahritza, la vocalista del grupo, admitió su desagrado por el ruido y el bullicio de la capital. Pero fue la opinión del grupo sobre la comida mexicana lo que realmente desencadenó la indignación. Las críticas en redes sociales no se hicieron esperar, y el público expresó su disgusto con comentarios como "Son árboles secos sin raíces". Intento de disculpa y rechazo sin perdón En respuesta a la controversia, Yahritza y Jairo, dos de los tres integrantes de la banda, publicaron un video en redes sociales para pedir perdón. Aseguraron sentirse orgullosos de sus raíces mexicanas y agradecieron el cariño del público. Sin embargo, la disculpa no fue bien recibida. La famosa grafóloga Maryfer Centeno comentó que la disculpa no fue sincera, y las críticas continuaron. Incluso una reconocida piñatería creó piñatas de los integrantes del grupo en una respuesta contundente y humorística a la controversia. La caída de Yahritza y su Esencia en las redes sociales es un reflejo de la complejidad y sensibilidad de la conexión entre la cultura, la identidad y el público. Su ascenso meteórico fue opacado por un comentario que resonó para mal en la comunidad mexicana. La historia de este grupo sirve para recordar la importancia de la autenticidad y el respeto por la cultura en un mundo donde las opiniones y preferencias pueden tener consecuencias significativas. "México no perdona", reaccionaron internautas. Y apor eso su música inclusive ha sido abucheada.  La lección aprendida por Yahritza y su Esencia es una advertencia para todos los que están en el ojo público. En un mundo interconectado, un comentario inadecuado puede cambiarlo todo.

  -- Con información de Excélsior