Vínculo copiado
Para tener mayor control sobre expedientes, PGR instaló en sótanos de su nueva sede un centro que podrá digitalizar 45 mil fojas diarias
08:55 lunes 23 julio, 2018
MéxicoLa Procuraduría General de la República (PGR) sustituirá en gran medida el uso de papel por archivos digitales en el trabajo cotidiano, con el objetivo de optimizar el espacio y tener un mayor control sobre los expedientes y sus responsables. La dependencia federal instaló en los sótanos de su nueva sede, ubicada en Insurgentes 20, a la cual comenzó a mudarse el pasado miércoles, un centro con capacidad para digitalizar 45 mil fojas por día y subir los archivos electrónicos al servidor oficial. Personal de la institución explicó que, en el caso de las investigaciones, ahora los agentes del Ministerio Público Federal deben bajar al centro de digitalización y entregar su expediente para que pueda ser capturado en el sistema interno. Una vez concluido este proceso, los documentos físicos serán guardados en las gavetas del archivo de alta densidad, también ubicado en los sótanos del inmueble y con capacidad para 15 mil cajas. A partir de ese momento, el investigador puede consultar y trabajar con el expediente desde su computadora. En caso de que el fiscal tenga la necesidad de consultar los documentos en papel, el procedimiento establece que debe acudir a pedirlos en una sala de consultas similar a la de una biblioteca. Las solicitudes en ventanilla para digitalizar información generan un registro que también relaciona a los fiscales con los expedientes. Los funcionarios que se encargan de transferir los expedientes al servidor de la Procuraduría deben cumplir con varias condiciones de seguridad para realizar su trabajo a fin de evitar eventuales filtraciones o manejo indebido de la información. El protocolo prevé que deben acceder al área de digitalización vistiendo un traje protector de cuerpo completo, similar a los usados contra las radiaciones. Cuando comienza el proceso de copiado electrónico, el responsable de esa actividad es vigilado por varias cámaras de circuito cerrado de televisión. "El color del traje es blanco y es básicamente para vigilar con claridad los movimientos de la persona, con el propósito de observar desde las cámaras cualquier manejo indebido de los documentos o el uso de USB", explicó un funcionario de áreas administrativas. De las 15 mil cajas que caben en el archivo de alta densidad, hasta el momento sólo se ha ocupado el espacio para 400. Las subprocuradurías Jurídica y de Asuntos Internacionales, de Delitos Federales, de Derechos Humanos, y de Control Regional y Procedimientos Penales y Amparo contarán cada una con un espacio designado para 2 mil 562 cajas. Mandos de la PGR señalaron que cuando concluya la mudanza a la Glorieta de Insurgentes las gavetas estarán por lo mucho al 50 por ciento de su capacidad. De momento, en los 11 pisos donde ya labora el personal de la dependencia --de un total de 25, aunque 7 corresponden a estacionamientos-- ya no se observan como antaño las montañas de legajos.
Aceleran la mudanza Desde el pasado miércoles, un promedio de 30 funcionarios de la PGR se instala cada hora en sus nuevas oficinas del edificio de Insurgentes 20, en la Colonia Roma Norte, y se prevé que los 3 mil 200 empleados culminen la mudanza la primera semana de agosto. En un recorrido realizado por el edificio se pudo advertir que los empleados reciben un curso de inducción previo a ocupar sus nuevos puestos de trabajo. En cuatro módulos se verifica su información, huella digital y la vigencia de su credencial, con lo cual tienen acceso. Los trabajadores deben seguir una serie de reglas que les impiden ingresar bebidas gaseosas, vasos de café, comida rápida, botellas de agua y los obligan a llevar sus alimentos en recipientes cerrados para consumirlos exclusivamente en el comedor. Gregorio Castillo, de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales, dijo que son las mejores instalaciones en las que ha laborado en los 25 años que tiene en la PGR, pese a las restricciones para fumar y acostumbrarse a trabajar sin papel. "No (es problema estar subiendo y bajando al archivo), es mejor así, estamos trabajando nada más con lo que necesitamos. Me fumo uno o dos (cigarros) al día nada más, no bajo, nada más a comer", dijo. Diana Zepeda, de la misma área, da un 10 de calificación al edifico, pero considera que los elevadores aún no están programados para pisos específicos, lo que ha ocasionado saturación y demoras en su uso. -- Reforma