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La cancelación del NAIM no sólo afectará a trabajadores directos de la obra, sino también a diversos comercios cercanos a la zona
17:25 sábado 3 noviembre, 2018
MéxicoLa cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) no sólo afectará a los trabajadores directos de la obra, sino a diversos comercios que tienen beneficios indirectos del flujo diario de miles de personas en la zona. En plena obra, bajo una carpa de plástico, un grupo de madres solteras instaló un comedor para vender comida a bajo precio a los trabajadores. El negocio inició casi al mismo tiempo que arrancó la construcción del NAIM; al principio eran cuatro las mujeres texcocanas que trabajaban ahí y ahora son 12. Argelia Rodríguez, de 46 años, fundadora del negocio, dice que la obra del NAIM significó tener una fuente de empleo cerca de sus casas. "Llegó el empleo, se activó la economía en el pueblo, ya no vamos hasta la Ciudad de México a trabajar, trabajamos aquí mismo, el aeropuerto nos queda a 15 minutos, no pagamos pasaje, ahorramos tiempo para nuestros hijos, tiempo para nuestra casa", explica. De pie en su local, rodeada de trabajadoras ajetreadas a la hora de la comida, indica que el negocio le cambió la vida e incluso comenzó a construir en su terreno. "Yo creo que, como yo, (están) muchas de ellas: 'Mago', que es mi cocinera, estaba construyendo un cuartito para su hijo más chico e independizarlo. Algunas otras tienen niños que estaban por entrar a la prepa, y pues no sabemos si van a continuar estudiando, si ya no", dice. Tras el anuncio de que se cancelará el NAIM, Argelia critica a Andrés Manuel López Obrador, a quien apoyó en la pasada elección, por poner en riesgo los empleos de las personas que viven de la obra. "Nos están quitando nuestra fuente de trabajo, nuestro modo de vida. Ya nos veíamos trabajando para muchos años, porque iban a abrir hoteles, restaurantes, se iba abrir mucho trabajo para nosotros y para nuestros hijos, que crecerían y tendrían su trabajo aquí", describe. "Muchos de los que estamos aquí estábamos a favor de un cambio, pero no este cambio, sino un cambio sensato, justo. Él nos mencionaba trabajo, pero nos lo está quitando, y eso fue algo que nos motivó a apoyarlo: 'habrá trabajo, justicia, voy a hacer lo que la gente quiera'. Bueno, aquí en Texcoco queremos el proyecto". En las cercanías del NAIM, sobre la autopista Peñón-Texcoco, Simón Chavarría improvisó una vulcanizadora móvil en su furgoneta para dar servicio a los cientos de transportistas que diariamente circulan hacia la construcción. "Me va bien, sí hay trabajo, gracias a la obra, porque de la autopista hay muy poco; o sea, si lo cierran, se acabó", afirma. Originario del municipio mexiquense de Coyotepec y de 50 años, Simón pasa seis días de la semana en este lugar -duerme en su furgoneta- para trabajar el mayor tiempo posible y pagar sus deudas. "Gracias a Dios he ido saliendo de las deudas, ¿y ahora qué le hacemos? Hay que solventar de donde se pueda y como se pueda", resuelve. Daniela Hernández, administradora de la gasolinería ubicada en el kilómetro 12 de la autopista Peñón-Texcoco -la más concurrida por los transportistas del NAIM- acusa una drástica reducción en las ganancias. Expone que, en las últimas semanas, la franquicia de Pemex pasó de vender 20 mil litros de gasolina diarios, unos 400 mil pesos, a 10 mil litros. "Estábamos planeando expandirnos a Ixtapaluca, pero, por la misma situación, se trunca este plan de crecer", lamenta.
Originaria de Tezoyuca, critica la cancelación del proyecto, pues los municipios aledaños a la obra, como el suyo, ya no se verán directamente beneficiados por el turismo. Lamentan en obra pérdida de trabajos Jaime Miranda simplemente no comprende por qué un gobernante decidiría cerrar una obra que da empleo para miles de familias pobres como la suya. Ha trabajado desde hace seis meses para Carso como soldador en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco. "Está mal que jueguen con nosotros, porque eso de que dan empleos y luego los quitan no está bien", afirma. Jaime es una de las 45 mil 500 personas empleadas en la megaobra, la cual será suspendida por Andrés Manuel López Obrador una vez que asuma la Presidencia el 1 de diciembre. Cifras del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) indican que 11 mil 357 empleos son directos y 34 mil 71 indirectos. Decenas de trabajadores vinieron de otros estados y duermen en campamentos habilitados dentro del perímetro de construcción. Alfonso Vargas Montaño, de 37 años, se duele por la cancelación del NAIM porque allí dejó su alma, dice, durante un año y medio de trabajo. "Aquí he aprendido muchas cosas, ha sido una escuela, la universidad que no tuve. A lo mejor mucha gente dice que es una obra cualquiera, pero no ve lo que hay detrás de una obra: el alma de un trabajador", define. Con pala en mano, lamenta que se abandone un proyecto con un gran potencial turístico debido al "capricho" de un político. "Me da tristeza que un proyecto que nos podía dejar algo de dinero como país, algo de economía estable, se eche a la basura por capricho de una persona que a lo mejor no está consciente de lo que pasa, de las familias que va a dejar sin comer, porque ahorita ya no hay trabajo en estas fechas, paran muchas obras", sostiene. Darío Hernández, originario de Yucatán, desea poder volver a su estado y poder ser contratado en la construcción del Tren Maya. "Está duro ver todo esto abandonado aquí, porque ya se invirtió dinero en todo esto y es como dinero tirado a la basura, ahí queda todo el esfuerzo de todos los compañeros, este aeropuerto habría traído mucho turismo aquí y mucho comercio", manifiesta. -- Reforma