Luego de las protestas de padres de familia por el cierre repentino de la guardería gubernamental “El Jardín de los Chavos” ,que dejó sin servicio de cuidado infantil a alrededor de 200 niñas y niños, el Congreso del Estado aprobó una reforma orientada a reforzar la supervisión y seguridad en los centros de educación inicial. La medida surge después de que madres y padres denunciaran haber sido sorprendidos por la suspensión del servicio sin previo aviso, obligándolos a improvisar alternativas de emergencia para el resguardo de sus hijos. El dictamen fue defendido en tribuna por el diputado Cuauhtli Badillo, quien sostuvo que la reforma busca armonizar la legislación estatal con la normatividad federal, incorporando estándares más estrictos para garantizar seguridad, certeza y calidad en los espacios destinados al cuidado infantil. Entre los cambios más relevantes, destacó que los centros podrán recibir bebés desde los 43 días de nacidos, coincidiendo con el periodo de puerperio y permitiendo que las madres trabajadoras puedan reincorporarse a sus empleos con la seguridad de que sus hijos estarán en condiciones adecuadas. Uno de los ejes centrales de la reforma es la obligatoriedad de contar con un programa interno de protección civil previo a la apertura de cualquier centro de cuidado infantil, lo cual evitará casos como el ocurrido en la guardería cerrada, donde la falta de planeación institucional derivó en una suspensión abrupta que dejó a decenas de familias sin opciones inmediatas. Con la nueva disposición, los centros deberán cumplir requisitos y revisiones antes de operar, eliminando intermediaciones y asegurando protocolos preventivos claros. La reforma también incorpora medidas de transparencia y profesionalización. Se establece que el padrón estatal de centros dejará de ser solo un registro administrativo y pasará a convertirse en un catálogo público, articulado con el registro nacional, que permitirá a las familias conocer de manera clara, accesible y verificable dónde y bajo qué condiciones se cuida a sus hijas e hijos. Además, el personal de estos espacios deberá contar con certificación de competencias que acrediten su profesionalismo y capacidad. La propuesta fue aprobada sin oposición: 25 votos a favor, cero abstenciones y cero votos en contra, convirtiéndose en una de las reformas con mayor respaldo del pleno en medio del creciente reclamo ciudadano por servicios de cuidado infantil seguros y confiables.