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A mediados de septiembre un barco zarpó de Montevideo con 2 mil 901 bovinos destinados al mercado turco
19:40 martes 25 noviembre, 2025
Mundo
Tras más de diez semanas en el mar, unas 3 mil vacas procedentes de Uruguay desembarcaron finalmente en Libia, cerrando una travesía marcada por rechazos, bloqueos, muertes a bordo y señalamientos de organizaciones ambientalistas sobre la falta de transparencia en el manejo del cargamento.
El viaje comenzó a mediados de septiembre, cuando un barco zarpó de Montevideo con 2 mil 901 bovinos destinados al mercado turco. Sin embargo, el 21 de octubre, al llegar a la costa de Turquía, las autoridades rechazaron la entrada del ganado al detectar inconsistencias en los certificados sanitarios. A partir de ese momento, la embarcación quedó varada frente al país, sin autorización para descargar y sin un destino claro.
El gobierno uruguayo explicó que el incidente se originó por un desacuerdo entre el exportador y el importador. La semana pasada incluso informó que el barco regresaría a Uruguay, aunque aclaró que se buscaban alternativas comerciales para colocar el ganado en otro país. Ese “otro destino” terminó siendo Libia, un país con el que Uruguay no tiene protocolos vigentes para exportación de ganado en pie.
Preocupación por el estado sanitario y manejo de animales muertos
La Fundación para el Bienestar Animal (AWF, por sus siglas en inglés) criticó la falta de información fiable sobre el estado sanitario de las vacas al llegar a Libia. La organización advirtió que los animales pasaron más de dos meses encerrados en un barco que, presuntamente, no contaba con condiciones adecuadas para una travesía tan larga.
La ONG pidió a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y a la Organización Marítima Internacional (OMI) abrir una investigación internacional. También exigió aclarar qué ocurrió con los bovinos que murieron durante el trayecto, pues temen que algunos cadáveres hayan sido arrojados al mar. El señalamiento se fortaleció luego de que el buque pasó varios días con los sistemas de localización apagados.
Durante la ruta Montevideo-Turquía, ya se había informado sobre la muerte de decenas de animales, una situación que ahora despierta mayor inquietud ante la falta de datos oficiales.
La voz del exportador: “Fue un calvario”
Fernando Fernández, director de Ganosan —la empresa uruguaya responsable del envío inicial a Turquía—, calificó la experiencia como un “calvario”. Dijo que el importador turco llegó a plantear un eventual traslado a Marruecos e incluso pidió mantener el destino en reserva para evitar problemas con competidores.
El arribo final a Libia tomó por sorpresa a la empresa. Fernández sostuvo que cumplieron con todas sus obligaciones comerciales: Vendimos, cargamos el ganado, el importador pagó y contrató el barco. Ahí terminó nuestro negocio.
Uruguay da por cerrado el episodio
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay consideró que con el desembarco en Libia el caso quedó cerrado y aseguró que el incidente no afecta la confiabilidad sanitaria del país. Añadió que durante todo el proceso reforzaron el seguimiento técnico y diplomático, con énfasis en el bienestar animal y en mantener la relación bilateral con Turquía.
Aun así, el gobierno continuará monitoreando la “información remanente del viaje”, en particular las cifras de bajas a bordo, que todavía no han sido reportadas de manera oficial.
La insólita travesía de estas 3 mil vacas uruguayas cerró con un puerto final inesperado, pero con amplias dudas sobre lo ocurrido en las diez semanas que pasaron a la deriva.
El barco Nada y su historial cuestionado
El barco involucrado en esta travesía es el Nada, una embarcación con bandera de Togo operada por la empresa turca Livestock Express. Este buque es uno de los mayores del mundo diseñados para transporte de ganado vivo, con capacidad para más de 5 mil animales, y ha sido previamente señalado por ONG internacionales por malas prácticas en el transporte de animales, como hacinamiento, fallas sanitarias y mortalidad a bordo.
Según informes preliminares de la organización Animal Welfare Foundation, entre 50 y 100 animales habrían muerto durante la travesía, aunque esta cifra no ha sido confirmada por fuentes oficiales. La prolongada duración del viaje excede ampliamente los estándares internacionales para transporte marítimo de ganado, que generalmente no superan los 21 días.
Cuestionamientos al sistema de control uruguayo
Uruguay, reconocido internacionalmente por sus altos estándares de trazabilidad ganadera, enfrenta ahora cuestionamientos sobre el monitoreo de embarques cuando el control ya no está bajo su jurisdicción. No obstante, el país conserva su estatus sanitario como libre de fiebre aftosa con vacunación, certificado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Libia no figura entre los destinos habituales de exportación ganadera uruguaya. Según datos de la Asociación de Exportadores de Ganado en Pie del Uruguay, los principales mercados han sido Turquía, Egipto y Jordania. La falta de un protocolo sanitario bilateral con Libia implica que esta operación se realizó como una exportación puntual bajo cláusulas excepcionales, sin precedentes administrativos recientes.
Irregularidades y apagones del sistema de localización
El uso del llamado “AIS gap” —cuando un buque apaga su sistema de geolocalización automática (AIS, por sus siglas en inglés)— es una práctica que, aunque no necesariamente ilegal, es altamente sospechosa en contextos de transporte de animales vivos. En el caso del Nada, este apagón se extendió por varios días durante los cuales se desconoce la posición real del barco, lo que fortalece las sospechas de mal manejo o posibles irregularidades.
Llamados internacionales y necesidad de transparencia
Organizaciones como Eurogroup for Animals y Compassion in World Farming han reiterado sus llamados a la Unión Europea y a países exportadores como Uruguay a reconsiderar la viabilidad ética y sanitaria del transporte de ganado vivo por vía marítima, especialmente cuando las rutas exceden los límites considerados aceptables para el bienestar animal.
Si bien el gobierno uruguayo declaró cerrado el episodio, aún se aguardan informes completos del número de animales desembarcados vivos, así como las condiciones en que fueron recibidos en Libia. La transparencia en estos datos será clave para evitar impactos negativos en futuras operaciones comerciales de Uruguay en el rubro ganadero internacional.
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Con información de Excélsior