Vínculo copiado
Con la popularidad que lo acompaña y el arrastre que mantiene, sigue siendo el principal activo de su partido
00:06 martes 21 marzo, 2023
ColaboradoresLo volvió a hacer. Como hace tres meses. Como hace un año, como hace dos, como hace 10, como hace 20. López Obrador volvió a llenar el Zócalo. Lo ha hecho decenas de veces. Nadie domina esa plaza pública como él. Ningún político la ha atiborrado tantas veces. La Plaza de la Constitución es un símbolo para él y su movimiento, un lugar al que suele regresar para afianzarse ante los suyos. El presidente López Obrador domina la calle, se alimenta de la plaza pública. En el terreno de la movilización se mueve como pez en el agua. De ahí viene, ahí construyó, en buena medida, su vida pública. Desde Tabasco, en la protesta social, hasta las más de 50 veces que ha llenado el Zócalo en las últimas décadas, incluyendo las movilizaciones en tiempos del desafuero. No hay político con su arrastre ni con su capacidad de articular a miles entorno a sí. AMLO volvió al pasado sábado al Zócalo. Lo hizo, como en noviembre pasado, para demostrar músculo; en un juego de vencidas con la oposición que, como no se había visto en el sexenio, también ha tomado las calles –dos veces en tres meses- bajo la premisa “el INE no se toca”. Al presidente incomodó que otros y no solo él, ocuparan las calles, se organizaran para hacerlo en torno a una causa. Las concentraciones ciudadanas de noviembre y febrero pasado fueron mucho más que una protesta contra el Plan B de reforma electoral del presidente; fueron contra el gobierno y el presidente. Así lo leyeron en Palacio Nacional. López Obrador está en un juego de vencidas con la oposición. Si desde hace años ha llenado el Zócalo, el sábado no fue la excepción. Si antes lo hizo sí, con estructura, pero sin ser gobierno, ahora tiene el aparato de gobierno, posiciones de poder y recursos para hacerlo. A nadie sorprende a estas alturas que los gobernadores y la Jefa de gobierno movilicen, tampoco que lo hagan legisladores y alcaldes, y su partido. Al final, también es un termómetro de cómo andan las fuerzas y simpatías al interior de su movimiento. Por eso ahí estuvieron todas las ‘corcholatas’. El pretexto fue un aniversario de la Expropiación Petrolera y sí, AMLO aprovechó para enviar mensajes, lo mismo sobre la esencia de su gobierno, su política energética y la relación con EU, pero eso es forma. En el fondo, lo que hace es aceitar la maquinaria electoral, tenerla a punto para la elección del Edomex en junio próximo y bien lubricada para lo que vendrá después: 2024. El presidente sigue siendo el factor que cohesiona dentro de su movimiento. Es el líder. También será –por si alguien aún lo dudaba- en los próximos meses, además de presidente, jefe de campaña. Con la popularidad que lo acompaña y el arrastre que mantiene, sigue siendo el principal activo de su partido.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
@MLOPEZSANMARTIN