Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
Y el presidente estadounidense Donald Trump ahora parece deseoso de obtener esa presea, impulsado por los anunciados
00:10 lunes 25 agosto, 2025
ColaboradoresPara nadie es un secreto que una de las características del Premio Nobel de la Paz es que literalmente cualquiera puede ser nominado y quien pueda está incluso en la posibilidad de "cabildear" por obtenerlo.
Y el presidente estadounidense Donald Trump ahora parece deseoso de obtener esa presea, impulsado por los anunciados respaldos de gobiernos como los de Israel, Pakistán, Camboya, Ruanda, Azerbaiyán y Armenia. En al menos tres casos, el pretexto es la intervención de Trump para lograr treguas en conflictos armados (Camboya con Tailandia, entre Azerbaiyán y Armenia, Pakistán con la India). Y están, además, sus públicos esfuerzos para lograr el cese de hostilidades entre Ucrania y Rusia o en Gaza. Cierto que encuentra obstáculos prácticos. El presidente ruso, Vladimir Putin, no parece convencido de que la paz en Ucrania sea posible a menos que los ucranianos cedan territorios y abandonen la pretensión de buscar alianzas que los protejan contra los rusos. En Israel, se trata de convencer al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de detener su ofensiva en el territorio palestino de Gaza, aunque en algún momento expresó su interés en convertirla en un destino turístico al estilo de la "costa azul". En 2009 el entonces nuevo presidente Barack Obama, de los Estados Unidos, fue galardonado con el premio Nobel de la Paz de 2009 por sus "extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos", así como su apoyo "a la visión de un mundo libre de armas nucleares". O al menos eso es lo que dice la página web del Premio Nobel, que se entrega por determinación del Parlamento Noruego. La realidad es que ese premio fue concedido en buena parte por las aspiraciones pacifistas de Obama, el primer mandatario estadounidense de raza negra, que prometió terminar con las intervenciones militares lanzadas por su predecesor George W. Bush en Iraq, en busca de armas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas, y Afganistán, en respuesta a los ataques terroristas del once de septiembre de 2001, cuando militantes musulmanes secuestraron y lanzaron aviones de pasajeros contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington.
El retiro estadounidense de Afganistán no terminó, sino hasta agosto de 2021, bajo el régimen del también demócrata Joe Biden. Y Trump parece considerar que si Obama pudo, él también tendría derecho. De acuerdo con medios estadounidenses, Trump y sus asesores consideran que sería injusto que no le concedieran el Nobel. El propio Trump ha hecho saber su interés, según el diario británico The Guardian, que citó un llamado telefónico del mandatario a Jens Stotelberg, actual ministro de Finanzas noruego y ex-Secretario General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En términos reales, no pareciera que Trump pueda obtener algo más allá de la validación personal y política, pero eso puede ser suficiente para alguien descrito como una criatura de ego... POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS COLABORADOR [email protected] @CARRENOJOSE