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Para un grupo que según la tradición buscaba libertad religiosa, era el momento de agradecer al cielo por su favor
00:10 viernes 28 noviembre, 2025
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En una de esas brutales ironías que a veces ocurren en los calendarios, Estados Unidos celebra hoy jueves el "Día de Acción de Gracias", en conmemoración de la primera cosecha de los migrantes/colonos ingleses en suelo americano.
Es la fiesta más prototípicamente estadounidense y la que marca el inicio de las festividades de Navidad y Año Nuevo. Los migrantes al "nuevo mundo" llegaron a la región de Nueva Inglaterra, en el noreste de lo que hoy es Estados Unidos. La piedra que celebra la llegada del barco Mayflower en 1620 se encuentra en lo que es hoy el puerto de Plymouth (Massachussetts), donde, según la tradición, hicieron su primer festejo, con la participación de indígenas que aportaron comida a la celebración.
Para un grupo que según la tradición buscaba libertad religiosa, era el momento de agradecer al cielo por su favor. Al margen de lo que haya sido y cómo haya ocurrido, la fiesta es tal vez uno de los mitos más duraderos y apreciados por los estadounidenses, que se precian de ser una nación de migrantes.
Hoy también es el termómetro económico de la situación del país, por sus costos y la "barata" que se celebra al día siguiente, el llamado "viernes negro". Pero el festejo es hoy un contrasentido: se realiza mientras el gobierno estadounidense desarrolla una campaña de arrestos y deportaciones masivas de migrantes indocumentados y peticionarios de residencia o asilo y afirma haber detenido, expulsado o "alentado" a la "autodeportación" de casi dos millones. Y va por más. El sentimiento contra migrantes no es nuevo, ni exclusivo de EU. Las diferencias raciales, de cultura, de costumbres, son parte integral de ese mosaico.
El mito es uno, la realidad es otra. Ya antes de la guerra de independencia, el prócer Benjamin Franklin lamentaba la llegada de incultos, sucios, zafios alemanes que se resistían a integrarse a la sociedad de Pensilvania, entonces una de las más fuertes de las trece colonias originales.
A mediados del siglo XIX aparecieron los knownothings porque sus integrantes siempre respondían con un "no sé nada" cuando interrogados sobre algún hecho de violencia contra migrantes. Los irlandeses y alemanes no fueron recibidos con los brazos abiertos; los llegados de Europa meridional o del este fueron vistos con sospecha por su religión católica u ortodoxa. Los judíos solo fueron abrazados plenamente después de la Segunda Guerra Mundial.
En las décadas finales del siglo XIX, el trato a migrantes chinos, llevados para la construcción de ferrocarriles, culminó con la expulsión y a veces la muerte de miles de ellos. Los mexicanos, tanto los que se quedaron después de la guerra de 1847 como los que llegaron después, tampoco corrieron con mejor suerte y enfrentaron expulsiones. En la Segunda Guerra Mundial los migrantes japoneses enfrentaron campos de concentración.
Los mexicanos siguieron siendo expulsados y a veces linchados. Pero la fiesta perdura como símbolo de unidad nacional y para muchos es, de lejos la mas estadounidense de las celebraciones, por encima de razas, culturas y religiones.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE